De la bolsa que sacó ya antes de la trastienda, sacó un vibrador, lo puso en marcha y me lo metió de forma profunda en el coño. El cosquilleo del aparato vibrando en mí pronto me hizo estremecer. Luego se dirigió al baño, al rato salió, cogió su bolso y se dirigió a la puerta, la abrió.
