Ser práctico, eludiendo esos rodeos inacabables para decir las cosas, y que acaban por confundir, marear y entorpecer. Siempre y en todo momento han existido millones de caminos para llegar a Roma, pero hoy en día es más simple y cómodo ir por carreteras, o bien, simplemente, para llegar ya antes, coger un avión.
¿Quién tiene la promesa sabe lo que busca
